Policiales

Se confirmó que Geréz murió por convulsiones provocadas por el consumo de alcohol y cocaína

Los peritos de la Junta Médica que practicaron la segunda autopsia al joven que murió de forma dudosa en una Comisaría de Caleta Olivia, confirmaron los resultados del primer estudio. La Justicia debe establecer que responsabilidad le cabe a los policías que en vez de llamar a una ambulancia, lo llevaron detenido y esposado.

  • 26/06/2017 • 07:35
A Gustavo la policía lo vio intoxicado y en vez de ayudarlo lo llevó preso.
A Gustavo la policía lo vio intoxicado y en vez de ayudarlo lo llevó preso.

El 14 de octubre, Gustavo Geréz fue exhumado del cementerio de Caleta Olivia, donde había muerto algunas semanas antes, en circunstancias confusas, adentro de la Seccional Primera. El caso desató una fuerte reacción de parte de la comunidad, en medio de una hipótesis de apremios ilegales.

Un móvil del Comando Radioeléctrico detuvo a Gustavo la mañana del 18 de septiembre. Los policías lo subieron al patrullero porque, según dijeron, estaba delirando en la vía pública, bajo la escalinata del Hospital Meprisa. Fue recién pasado el mediodía, que la policía se comunicó con su hermana Sandra, para decirle que el chico de 28 años estaba muerto, que aparentemente tuvo una sobredosis.

El entonces fiscal, Gabriel Nolasco Contreras Agüero, intervino para pedirle al juez Mario Albarrán, que mandara a secuestrar todos los elementos de interés en la Comisaría. No fue para menos, Gustavo se había muerto esposado, tirado sobre el suelo de la Comisaría.

Cuando Sandra fue a ver a su hermano en la morgue, notó que su cuerpo estaba lleno de golpes. Tenía hematomas en la cara, en los omoplatos, la espalda, las marcas de las esposas en las muñecas. Y eso, había aflorado esa mañana. Los que lo habían visto la noche anterior dijeron que antes no estaba así.

El forense Nelson Vera Maydana hizo la primera autopsia, pero no tardó mucho en correrse la voz de que antes había sido médico de la Policía y entonces la suspicacia sobre su pericia se hizo inevitable. Su conclusión fue que Gustavo se murió de una bronco aspiración luego de que le diera un ataque producto de la mezcla de alcohol y cocaína. La familia no lo creyó y ordenó una re autopsia después del funeral.

El 14 de octubre su cuerpo vino custodiado hasta Río Gallegos, donde los médicos del Laboratorio de Investigación Regional Forense constituyeron una Junta Médica específica para este caso, junto con un perito de parte, Héctor Alfredo Sala. La idea de que el cuerpo llegase hasta esta capital, tenía que ver, básicamente, con que la morgue del Poder Judicial es la única en condiciones de bioseguridad y operativas para la intervención que además debió ser íntegramente filmada para ser aportada como prueba en el expediente.

 

Junta médica confirma como murió

La semana pasada, cuando se cumplieron nueve meses desde la muerte de Gustavo estando bajo el cuidado del Estado, su familia hizo un nuevo pedido de justicia, ocasión en la que una de las hermanas sugirió que en la segunda autopsia, se había descartado que Gustavo tuviera drogas en el cuerpo.

Sin embargo ayer, fuentes judiciales confirmaron a TiempoSur los resultados del informe que se le requirió a la Junta médica, para que se expidiera sobre el hallazgo de estupefacientes.

En la pericia del 16 de diciembre de 2016, el Laboratorio Regional Forense halló etanol en sangre (0.98 gr en litro) y presencia de cocaína. “Los efectos de las drogas estimulantes del sistema nervioso en las muertes ocurridas en las detenciones violentas, la liberación de catecolaminas que ocurre durante las peleas junto con el efecto de las drogas estimulantes y el descenso del nivel de potacio, pueden generar una arritmia mortal”.

Sucede que la segunda autopsia se hizo con un mes de diferencia, por lo cual “la determinación de cocaína se realizó en la primera pero resultó negativa en segunda “debido al estado del cuerpo”. Aun así el estudio que se hizo en otras muestras “fueron aptas contribuyendo de esta manera a la conclusión médico legal de la causa del fallecimiento de Geréz”.

Por otra parte, la Junta médica explicó que “las equimosis, hematomas y excoriaciones observadas en el cuerpo no fueron la causa de la muerte” sino que están relacionadas “con el forcejeo, la contención de la movilidad de la víctima, en situación de restricción física, movimientos de reptación y raspado contra elementos físicos como el piso o similares”.

Por otra parte, hay que recordar que a la semana de la muerte de Gustavo, el Subcomisario que estaba al mando del móvil policial que lo detuvo por presunta “contravención” en vez de llevarlo a un hospital, tuvo que ir a declarar.

 

La policía que no lo cuidó

Para la investigación, más allá de establecer las causas de la muerte que no fue natural, queda pendiente establecer qué responsabilidad tienen los policías que actuaron desobedeciendo el Código Contravenciones y la Orgánica Policial. Es que si Gustavo estaba intoxicado como reveló el informe pericial y como dijeron los propios policías, no debió ser nunca conducido a una comisaría, sino que es su obligación como servidores públicos era debió llamar a una ambulancia para que lo pudieran tratar.

“Conocé tus derechos ante un procedimiento policial… la policía no puede maltratarte, ni golpearte. Si consumiste alcohol o drogas deberás ser trasladado a un centro de salud y no a la Comisaría”, dice el spot de la Secretaría de DDHH del Gobierno provincial.