El “Celeste” cerró su primera histórica temporada con un triunfo ante Gimnasia

Los hinchas de Hispano Americano tuvieron un motivo para festejar. Anoche el Celeste jugó el último partido de la temporada que los vio debutar y ganarse la permanencia. El cierre fue en Comodoro Rivadavia contra el local, Gimnasia, cuyo resultado más allá de lo anecdótico, fue 81 a 77.  
El partido comenzó a las 21:00 en el Socios Fundadores, ante el Verde que ya tenía asegurada una plaza en los playoff gracias a la quinta colocación que ocupaba en la Conferencia Sur con 28 partidos ganados y 27 caídas. Los de Gonzalo García venían además de ganar en sus últimas tres presentaciones y contaban con un nuevo refuerzo, Marcus Relphorde, aunque éste no fue de la partida. 

Los dos primeros cuartos- El primer tiempo se repartieron los momentos. Gimnasia lograba enhebrar algunos minutos de posesión y de puntería y acumulaba puntos; lo mismo ocurría cuando el “Celeste” tenía sus minutos que eran de mayor intensidad que los del local con un O’Banon marcando el paso. El final de ese tiempo fue un ajustado 39 a 38 para los visitantes.
Hispano Americano llegaba al fin de su primera temporada en la Liga Nacional, con el objetivo ya alcanzado. Los Celestes buscaban darse una alegría y un motivo más para festejar en el corolario de una temporada cargada de intensas emociones que finalmente pudo cerrar felizmente para los de Río Gallegos. 

El tramo final- En el segundo tiempo, más precisamente en el tercer cuarto, se sacó la diferencia máxima de diez puntos (56 a 46), pero después de un punto muerto hubo una importante reacción del local y culminó 60 a 56. El último cuarto, el “Celeste” comenzó a estirar la ventaja y el final fue un 81 a 77. 
Lo cierto es que más allá del juego de anoche, Hispano terminó una temporada soñada de Liga Nacional con el duelo más austral de la competencia que a su vez significó el broche de oro para la carrera de Gastón Morales, ídolo Celeste que llegó a la máxima categoría luego de haber transitado todas las divisionales de ascenso del basquetbol argentino con la camiseta hispanista, la oportunidad de decir adiós a lo grande, como se lo merece el símbolo y capitán.