Argentina

Avanza el proceso de investigación que devolverá el nombre al “Soldado argentino sólo conocido por Dios”

Ayer por la tarde, el presidente de la Fundación No Me Olvides, Julio Aro, en compañía de Sonia Ortega, madre del José Honorio Ortega, y el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de nuestra ciudad, Fernando Alturria, compartieron los avances sobre la identificación de los 123 cuerpos de soldados aún sin reconocer que descansan en las Islas Malvinas.

  • 18/03/2017 • 07:00

Este camino comenzó luego de que el pasado 20 de diciembre Argentina y el Reino Unido firmaran el acuerdo mediante el cual se autoriza al Comité de la Cruz Roja Internacional a realizar el reconocimiento en las 123 tumbas del cementerio Darwin que aún no fueron identificadas.

Durante la presentación que tuvo lugar en la jornada de ayer en la sede de la Asociación Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas “José Honorio Ortega”, el Presidente de la asociación local se mostró muy emocionado con la visita de referentes nacionales, quienes brindaron información sobre la “noticia más importante sobre la guerra una vez finalizado el conflicto”.

En este contexto, Julio Aro, presidente de la Fundación No Me Olvides, manifestó: “Me siento como en casa, porque en este lugar empezó la historia. En este lugar nos juntamos los veteranos, nos juntamos con Sonia y le comentamos la idea del proyecto” y continuó: “Cuando le dijimos que estaba la posibilidad de que sepa dónde estaba su hijo, si estaba de acuerdo o no en ayudarnos, en acompañarnos, fue la verdad que algo increíble el ‘¡¡¡sí!!!’ ¿Cómo hago para ayudar?’. Así fue que empezamos a trabajar juntos respetando la decisión de los familiares. Todo el mundo puede tener una mirada distinta al otro, pero la decisión final la tiene el familiar”.

Con relación al proceso, Aro explicó que desde la Fundación se acompañó a todo aquel familiar que accedió a realizar la muestra, “de la cual, gracias a Dios, de cada familiar se pudieron hacer tres copias. Una la tiene el Ministerio de Justicia, otra la Cruz Roja Internacional y Antropología Forense”, remarcó el veterano al mismo tiempo que detalló: “Hoy podemos decir con mucho orgullo que hay 80 muestras de sangre de personas titulares, pero que hay un total de muestra de sangre de 169, porque por ejemplo en el caso de la familia Ortega, no sólo dio Sonia, sino que también dio su esposo, su hijo y eso da un acercamiento más fehaciente para saber al cien por cien quién es”.

En otro tramo de la entrevista, Aro explicó que si bien tuvieron “varias piedras en el camino” han logrado trabajar en silencio con el objetivo de “no politizar la causa”, lo que “trasciende todo. Esta causa es humanitaria, con otro tipo de significado, creo que nos pone como país en otro tipo de situación, el hecho de poder devolverle la identidad a nuestros compañeros”.

“Los logros fueron maravillosos –continuó - el 20 de diciembre se firmó el último acuerdo con el Reino Unido, con la Cruz Roja Internacional como mediadora de esto. Ya se hicieron los trabajos en terreno y de julio a septiembre se puede llegar a finalizar esta tarea que van hacer”.  

Por último, el referente de la Fundación No Me Olvides manifestó: “El trabajo no terminó, el trabajo empieza cuando sepamos quién está debajo de esa cruz. Hay que tener contención con la familia, ayudarla, y la fundación, otro de los objetivos que tiene es poderle bancar el viaje a todos. Sin que nadie ponga un peso”.

Vale la pena recordar que todo el trabajo que se está realizando se encuentra bajo un consentimiento informado, lo que significa que nadie puede saber primero que los padres o familiares, quienes luego evaluarán cómo dar a conocer la información en el caso que quieran hacerlo.

Con ansiedad y alegría

Sonia Ortega, madre de José Honorio Ortega, soldado santacruceño caído en la Guerra de Malvinas, manifestó: “Fue muy largo y en un comienzo posiblemente era esperanzador, nos sabíamos cuánto iba a durar hasta llegar al punto que llegamos después muy rápidamente.

En otro tramo de su alocución expresó que los avances que se comenzaron a notar en el proyecto la animaron a continuar, incluso “luego de un largo proceso de enfermedad. Eso me fue subiendo y haciendo entusiasmarme mucho más”.

Por último, Sonia expresó: “Ahora a esperar con alegría. Ya son 35 años que veía pensando que a alguien se le ocurra el proyecto. Pasó tanto tiempo, vamos a esperar 2 meses más, aunque hay un poquito de ansiedad”.