Policiales

Expulsaron de la fuerza a policías de El Calafate, Chaltén y Pico Truncado

Un agente de policía –que prestaba servicios en la Alcaidía de El Calafate- fue expulsado de la Fuerza tras un sumario administrativo, a raíz de un hecho delictivo ocurrido en el año 2014. En esa ocasión, esta persona habría destruido los vidrios de la sede central de la Asociación Civil y Policial, en nuestra capital. En los últimos días quedaron cesantes también efectivos de El Chaltén y Pico Truncado, a raíz de otros hechos delictivos.

  • 10/03/2017 • 08:38
Jefatura de Policía finalizó en los últimos días varios sumarios administrativos, que devinieron en expulsiones.
Jefatura de Policía finalizó en los últimos días varios sumarios administrativos, que devinieron en expulsiones.

Durante los últimos días, desde Jefatura de Policía se estuvo trabajando fuertemente en una serie de sumarios administrativos a diferentes integrantes de la Fuerza involucrados en causas por hechos delictivos caratulados de “graves” y “gravísimos” en el ámbito de la Justicia Provincial y Nacional.

Varios de ellos terminaron en expulsiones: una de las mismas fue la de un policía que hasta semanas atrás prestaba funciones en el servicio de Alcaidía de El Calafate y fue echado de la fuerza, luego de que se cumpliera el proceso de un sumario administrativo.

El agente –de apellido Jiménez- fue el mismo  que intentó ingresar ilegalmente a la sede de Río Gallegos de la Asociación Policial. Esta persona estaba prestando funciones en la comisaría de El Calafate en el 2014, cuando en un fin de semana, en uso de su franco, viajó a Río Gallegos.

En la madrugada del lunes 1° de septiembre fue apresado luego de romper un vidrio de la sede de la Asociación de Policía, ubicada en la calle Ecuador de Río Gallegos. Esto activó el sistema de alarma, por lo que fue alertado uno de los cuidadores, otro policía que vive a pocos metros.

El responsable fue apresado y entregado a una comisaría de Río Gallegos, donde se constató que se trataba de un efectivo policial que casi un año antes prestaba funciones en El Calafate.

“En efecto, nosotros en ese momento estábamos colaborando con la mudanza que llevaba a cabo la pareja de esta persona, que también es policía”, confirmó a TiempoSur el presidente de la Asociación Civil y Policial, Daniel Barrientos.

“Al parecer molesta por esta situación y según tenemos entendido, esta persona intentó ingresar para llevarse las cosas de su pareja, en un momento de crisis personal”, añadió el titular de la Asociación.

El hecho fue caratulado como “Tentativa de Robo”, por lo que en pocas horas quedó en libertad y al día siguiente el policía se reincorporó a sus funciones en la Comisaría Primera, como si nada hubiera ocurrido.

El caso generó críticas en el interior de la fuerza policial, lo que hizo que días después los jefes provinciales decidieran que se lo separara preventivamente de su trabajo.

Los días pasaron, el caso dejó de salir por los medios y Jiménez volvió a vestir uniforme hasta días atrás.

Si bien la causa judicial no tuvo resolución aún, las autoridades policiales terminaron que cumplimentar con el sumario administrativo, encontrando al efectivo como autor de una falta grave.

Se pudo saber que, días atrás, Jiménez fue notificado que quedó cesante, según consta en un decreto firmado por la gobernadora Alicia Kirchner, el que se basa en el sumario administrativo de la policía y el dictamen de la asesoría legal del Ministerio de Gobierno.

Hasta terminar febrero, el policía prestaba funciones en el servicio de la Alcaidía local, el que funciona en el edificio de la Comisaría Segunda.

La cesantía significa el despido de la fuerza, sin posibilidades de volver a trabajar en el Estado provincial por cinco años como mínimo. Tanto en aquel momento como en la actualidad, diversas fuentes policiales indican que Jiménez estaba bajo tratamiento psicológico, ya que meses antes se había separado.

Su ex pareja –también policía- había pedido el pase a la ciudad de Río Gallegos y era asistida por la Asociación Policial. Nunca quedó en claro la real intención que el policía tenía para entrar a esa vivienda que oficia de sede de la asociación.

 

Otros casos

Otro policía de El Chaltén fue exonerado de la fuerza y de la administración pública, con la pérdida  de todos los beneficios, incluso jubilatorios.

Se trata de un cabo, quien el año pasado fue condenado a 12 años de prisión luego de que se comprobara que abusaba de su hijastra desde los 9 a los 13 años. Durante el año 2015 la denuncia la había radicado la esposa del policía, también efectivo de la fuerza de seguridad en El Chaltén.

En tanto, otro agente que trabajaba en una comisaría de Pico Truncado también fue cesanteado por una “falta grave”.

En mayo del 2016 la policía de esa localidad del norte de Santa Cruz fue alertada de que un grupo de hombres encapuchados intentaban ingresar a una vivienda. Cuando los agentes llegaron al lugar atraparon a tres jóvenes.

Un cuarto se escapó y fue apresado minutos más tarde, resultando ser que éste era un efectivo de la policía que vestía de civil.

Tras su traslado a dependencia, todos los aprehendidos quedaron en libertad pero involucrados en una causa por “Tentativa de Robo”. La misma le costó el puesto al agente -que fue echado recientemente de Fuerza- con un sumario en su contra y la firma de un decreto de la Gobernación.

Fuente: Ahora Calafate y TiempoSur