Política

“La idea es avanzar en un plan ganadero provincial”

El titular del Consejo Agrario Provincial, Javier De Urquiza, analizó en un reportaje con TiempoSur los proyectos para generar valor agregado en el sector ganadero y sobre las potencialidades en la comercialización del guanaco. También cuestionó la decisión del Gobierno nacional de abrir las importaciones de cerdos y de sólo favorecer a los empresarios de la pampa húmeda.

  • 25/07/2016 • 08:14

El sector agropecuario fue fundador poblacional y económico de la provincia. Cuando uno mira la Santa Cruz de hace 100 años la actividad comenzó con el desarrollo del sector ovejero, ovino.  La mayoría de los pueblos tienen origen en esa actividad, Río Gallegos, Puerto Santa Cruz, Puerto San Julián. Después apareció un fuerte crecimiento económico en la Zona Norte por la actividad petrolera. Cuando uno analiza la historia de la provincia, concluye que el sector agropecuario fue parte de su crecimiento y desarrollo territorial. La situación hoy es totalmente distinta. El sector es una parte de la economía de la provincia”, sostuvo De Urquiza.
 

¿Cuánto aporta al PBI local?

Debe ser el quinto aportante. Producimos aproximadamente 10 millones de kilos de lana, a un promedio de 4 dólares el kilo, y son aproximadamente 350.000 animales de faena por año, a tres o cuatro dólares el kilo, si lo multiplicamos por 12 kilos, estamos hablando de un aporte de 57 millones de dólares y no mucho más. No es un sector económicamente relevante en la actualidad porque otras actividades han crecido. Para seguir creciendo hay que modificar algunas situaciones históricas. Estamos trabajando para agregar valor a la producción local. Por ejemplo, utilizar suplementación alimentaria para el cordero, que es el animal que se manda a faena cuando cumplió su primera etapa de vida.
 

¿Cuál es el stock ganadero en la provincia?

Santa cruz tiene 120.000 cabezas de bovinos y 2.600.000 de ovinos.
 

¿Cuáles son los proyectos para agregar valor en el sector bovino?

Desde que nacen, hasta completar los 180 kilos, los vacunos se alimentan en la provincia, pero luego los productores se los llevan a Chubut, que tiene valles iguales a los de Santa Cruz pero con una producción de granos (que sirve de alimentación) más cercana y a su vez pueden ahorrarse hasta 1.500 kilómetros de flete. Allí complementan su kilaje hasta los 300 kilos y regresan a Santa Cruz ya en forma de carne para su venta. La Gobernadora (Alicia Kirchner) nos indicó que debemos desarrollar una planta de silos para acopio en Puerto San Julián, con el objetivo de agregar valor en la provincia y a su vez reducir costos. La zona de producción de granos más cercana en la provincia es en el sur de Bahía Blanca, esto significa que la carne que llega aquí tiene un sobrecosto del 43 por ciento, que podría reducirse con una planta de silos local. Esto nos daría una herramienta para generar una primera transformación en la producción extensiva, tanto en el sector bovino como ovino.
 

¿Hay interés de los productores locales de avanzar por este camino?

Sí. Estamos terminando por estos días con reuniones zonales. No es lo mismo la producción del Sur o en Puerto Deseado, como en la meseta central. Estamos recibiendo propuestas de esas zonas. La idea es avanzar en un plan ganadero provincial.


En este sentido, ¿cómo incide la posible producción en torno al guanaco?

El último conteo indica que en la provincia hay 1.700.000 guanacos. Con un trabajo ordenado, cuidado, podríamos transformar esta oferta en una oportunidad, dentro de un plan provincial. La lana de guanaco tiene un alto valor internacional, también se podría aprovechar su carne para sustituir otras proteínas animales de la dieta de los argentinos. Este es un sector sumamente dinámico.


¿Cuáles son los países que consumen carne de guanaco?

Hoy Chile exporta a Alemania, Holanda, y Dinamarca. Santa Cruz es una geografía especial,  en muchos lugares hay una amplia oferta de agua, tenemos cuatro ríos que atraviesan toda la provincia. Aquí llegamos a producir forraje, verduras, avena, pasto. Si aprovechamos bien nuestra geografía, podríamos volver a producir en nuestros valles y generar actividades económicas productivas.


¿Cuánto podría aportar la industria del guanaco al PBI local?

Todavía no es una respuesta que podamos dar. Vamos a iniciar dos experiencias en octubre, una en la zona de Río Gallegos y otra en El Calafate, para ver cómo resulta esta actividad. El Estado acompañará al sector privado. Esquilar un guanaco tiene sus dificultades, un proceso de arreo diferente, el encierre con manga, etc. Si resolvemos el circuito productivo, después deberíamos analizar la ecuación económica. Actualmente, el kilo de fibra se vende en el exterior a 200 dólares pero qué pasaría si en vez de vender un kilo, vendiéramos 1.000 kilos. A mayor oferta, seguramente bajaría el precio. Estas son las cuestiones que tenemos que ir resolviendo. Lo mismo con  el consumo de la carne de guanaco, ¿cuánto podría salir al tráfico federal y cuánto al exterior?
 

¿El cordero que se produce en la Patagonia se exporta o es consumido en el mercado interno?

Hasta hace 5 años, toda la carne se exportaba. El cordero patagónico es reconocido sobre todo en Europa. Y nosotros, al ser una zona libre de aftosa, podemos exportar el hueso y eso lo defendemos, incluso ante la posición de algunas provincias que quieren modificar la barrera sanitaria (Véase recuadro). Hasta hace unos años la ecuación daba mejor para la exportación pero eso cambió. Al menos hasta el diez de diciembre del año pasado había una fuerte capacidad de compra local. Actualmente, el 90 por ciento de la producción de cordero se comercializa en el país y el resto se exporta. Antes, la ecuación era al revés.

 

Consumo local o precios de exportación

¿Cree que el precio de la carne aumentó exponencialmente a partir de la eliminación de las retenciones?

No tengo ninguna duda porque apareció el mercado de la exportación compitiendo con el consumo local. Hasta el pasado diez de diciembre, el gobierno que llevó adelante la conducción del país tenía muy en cuenta esta situación. Ante un stock disminuido de carne vacuna, ya empieza a competir el mercado externo. Cuando uno mira el tema de los precios de los alimentos, todavía falta mucho para tener 14 millones de toneladas de trigo y recuperar los 10 millones de cabeza de ganado perdidos.
 

De esos diez millones de cabezas de ganado que usted dice que se perdieron, ¿no se recuperaron cinco millones en los últimos 4 años?

Es verdad que hay una mayor retención de hembras, cuando uno mira el número de faena, se nota que algo cambió (desde la pérdida de stock entre 2007 y 2008). Pero la recuperación es un proceso largo, nada es inmediato. La decisión de cambiar soja por vacas, de cargar de kilos a los animales, la decisión de retener vientres, es un tema de largo aliento. Hacer un novillo pesado lleva cinco años.
 

¿Pero reconoce que en los últimos años mejoró el stock ganadero?

Porque ya se veía una expectativa distinta para el proceso de exportación.


Pero esa recuperación del stock comenzó a darse antes de la eliminación de retenciones para las ventas al exterior.

El proceso es del 2010-2012, sí se dio antes (del cambio de gobierno).

 

Consumos alternativos

En los últimos años crecieron otros sectores, como el porcino y aviar, tanto en consumo como en producción. ¿Cómo explica que el actual Gobierno haya resuelto abrir de manera irrestricta las importaciones de cerdos?
Es un gran retroceso. Si yo tengo que definir mi política o decisión empresarial como productor de carne de cerdo, pondré todas las variables sobre la mesa. Si voy a competir con carne producida en Chile o Brasil con costos menores, la ecuación no cierra. Creo que se está cometiendo un error. En este aspecto, debemos seguir trabajando como en los últimos años, que pasamos de una oferta de 4 kilos por habitante por año de cerdo a 11 kilos. A su vez, mejoró la producción porcina en toda la cadena.
 

Se abrió la importación de cerdos y a su vez se eliminaron las retenciones al maíz, principal insumo para la alimentación tanto de los porcinos como del sector aviar. ¿Cuál sería la lógica detrás de esta decisión?

Obedece a un compromiso de campaña donde no se analizó ninguna de estas situaciones. Creo que es bueno que se produzca más trigo, maíz, más carne, pero debe salvaguardarse al mercado interno. Yo no estoy hablando de reeditar la Junta de Granos pero no sé si no debiéramos buscar algún modelo alternativo, como se utiliza en otros países capitalistas como Canadá o Australia, donde el Estado se asegura el maíz que se necesita para el mercado interno y luego se libera el resto para la exportación. El Gobierno tiene una concepción equivocada.
 

 

Lana y valor agregado

¿La eliminación de retenciones a la lana también impactó de manera negativa en el polo industrial de la Patagonia?

En el polo lanero de Trelew. Hace varios días le planteé al ministro de Agroindustria (Ricardo Buryaile, ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas) la necesidad de propiciar esta industria pero sin perjudicar al productor primario. Si para fomentar la industria le ponemos un gravamen, bajará la producción. La dificultad del polo lanero radica en 6 millones de dólares para seguir funcionando, pero no a costa de la producción primaria. Lo que está en peligro es el agregado de valor en este polo, ya que se empezó a exportar más la lana sin lavar. 
 

¿Y cuál sería esa alternativa?

El reintegro de exportaciones, por ejemplo. Estamos viendo que la poca lana que se produce en la Argentina puede ser un buen negocio. Hace muchos años, el kilo valía 80 centavos de dólar, tuvo un pico de seis dólares y ahora está cerca de los 4 dólares, porque falta oferta. Tenemos que favorecer la industria, pero no a costa de los productores.


¿Y cuál es la opinión del ministro Buryaile?

Está de acuerdo, y según él, hablará con el área de Finanzas para encontrar esos 6 millones de dólares que se puedan traducir en reintegros a la exportación, líneas de créditos accesibles, que se vuelva a instalar el mecanismo de devolución de IVA actualmente frenado.
 

¿No cree que podría pensarse en la radicación de un polo industrial lanero en Santa Cruz?

Esta es una vieja discusión histórica, ¿hay que hacer el lavadero de lana o no? Para llevarlo adelante deberíamos tener un volumen de lana importante. Hoy solamente producimos 10 millones de kilos. Además, nada me garantiza que toda la lana que se produzca vaya al lavado de la provincia.


¿La Sociedad Rural local le había planteado al ex gobernador Néstor Kirchner la posibilidad de instalar una planta de lavado de lana?

Sí, cuando en la provincia había 25 millones de kilos. Y el ex Gobernador les dijo que estaba de acuerdo, pero que eran ellos quienes lo tenían que hacer.


¿La provincia estaba dispuesta a poner un millón de dólares pero el otro millón debía ser invertido por la SRA?

Es cierto, y ahí terminó la inquietud. El manifestó su voluntad positiva pero ahí se terminó la cosa. Se piensa a veces que el Estado tiene que resolver todos los procesos, pero no estoy de acuerdo. Como en el caso del guanaco, es un tema que debe encararse entre el sector privado y el Estado.  
 

Durante la campaña electoral del año pasado se habló de manera insistente sobre la “crisis terminal” de las economías regionales. ¿Cómo califica las medidas gubernamentales adoptadas para estos sectores?

Las economías regionales no se resuelven con la eliminación de retenciones o con mejorar el tipo de cambio. Se resuelven con muchas otras cosas, como la disponibilidad del crédito, acceso al agua para riego, mejora de la infraestructura del transporte. Ahora, lo único que se ha hecho desde el Gobierno nacional es una política para la “pampa húmeda”, con la eliminación de los derechos de exportación y la devaluación. Le hemos llevado al Ministro nuestras propuestas, como la planta de silos, ya que tomamos a Santa Cruz como una economía regional.

 

¿Quién quiere cambiar la frontera sanitaria?

Lo ha planteado la provincia de La Pampa. Para ellos el hueso plano no sería transmisor del virus de la aftosa. Durante 45 años hemos trabajado para tener este patrimonio sanitario muy sólido y realmente no hay ningún trabajo científico consistente que diga que el virus no puede ser transmitido en el hueso plano. La Pampa lo plantea para que puedan superar la barrera sanitaria y comercializar carne con hueso plano en esta región. Algunos dicen que bajaría el precio de la carne pero ese argumento no tiene sustento. Los cortes sin hueso, que son comercializados arriba de la frontera tienen un valor de 80 pesos pero acá 180 pesos. El problema no es el costo de la carne, sino el flete y la intermediación.

¿Y cuál es la postura del Senasa?

El Ministerio de Agroindustria comparte la posición de las provincias patagónicas. Cuarenta años de trabajo no pueden ser dejados de lado de un día para el otro.